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Espondilitis Anquilosante

Si tienes Espondilitis Anquilosante o conoces alguien que lo está sufriendo, no te preocupes, en espodilitisanquilosante.org te vamos a informar sobre todo lo que necesitas saber acerca de esta rara enfermedad.

espondilitis anquilosante

Qué es la Espondilitis Anquilosante

La Espondilitis Anquilosante, es una enfermedad autoinmune. A esta enfermedad crónica y genética ( como el daltonismo ) también se le conoce como espondilitis reumática y espondilitis anquilopoyética.

Es una enfermedad reumática crónica  que presenta fuertes dolores y una rigidez progresiva de las articulaciones. Pertenece al grupo de las llamadas espondilopatías o espondiloartropatías, dónde se incluyen:

  • La espondilitis anquilosante 
  • Las artritis reactivas
  • La artritis psoriásica
  • La artritis de la enfermedad inflamatoria intestinal, un subgrupo de artritis crónica juvenil y las espondiloartritis indiferenciadas.

En el análisis de sangre la espodilitis anquilosante aparece como negativo el factor reumatoide, a diferencia de la artritis reumatoide que es positivo. A esto se le conoce como espondiloartropatia seronegativa 

Espondilitis Anquilosante Diagnóstico

El diagnóstico de la espondilitis anquilosante nos dice que afecta mayormente:

  • La columna vertebral
  • Los ligamentos,
  • Inflamación de la musculatura esquelética, en especial en la zonas cervical, lumbar, y la articulación sacroilíaca, pero puede afectar también otras articulaciones del cuerpo como la cadera, rodillas, hombros y el talón de Aquiles.

Como diagnosticar la espondilitis anquilosante

  • Dolor agudo de espalda de madrugada
  • Rigidez matutina de al menos una hora de duración
  • Los síntomas disminuyen con el movimiento
  • Pueden aparecer inflamaciones oculares en el iris (iritis) y en la úvea (uveítis) anterior.
  • También se pueden ver afectados otros órganos como los riñones, pulmones y corazón.

Los enfermos pueden presentar casos de inflamación intestinal crónica, que normalmente no produce síntomas digestivos. Desarrollándose en algunos casos una enfermedad similar a la enfermedad de Crohn.

En algunos casos existe una relación con la sensibilidad al gluten no celíaca y la mejoría de los síntomas de la espondilitis anquilosante mediante la dieta sin gluten.

espondilitis anquilosante

Espondilitis Anquilosante Síntomas

Los síntomas de la espondilitis anquilosante (EA) podrían aparecen como una lumbalgia o un dolor fuerte en la parte baja de la espalda.  Esto hace más complicado el diagnóstico prematuro en algunos casos. En la mayoría de los casos, se necesita  5 a 7 años de media en alcanzar un diagnóstico definitivo.

El descanso o el hecho de dormir para la persona afectada de espondilitis, en la mayoría de los casos, lejos de aliviar produce una rigidez y tensión muscular acompañados de dolor. Es necesario movernos durante unos minutos para que desaparezca poco a poco esa rigidez.

En el desarollo de la enfermedad el paciente va experimentando una pérdida de la elasticidad y flexibilidad normal de la columna, haciendo actividades cotidianas como atarse los cordones un imposible.

En algunos caosos el dolor se puede sentir en otras articulaciones como los hombros, las costillas, las caderas, las rodillas y los pies.

Las fases de dolor para la espondilitis anquilosante pueden ser desde leve a constante o se puede experimentar en brotes o ataques, que van seguidos de períodos sin síntomas.

Es común

  • Fiebre
  • Pérdida de apetito
  • Pérdicda de peso
  • Fatiga y malestar general, ya que en algunos casos también puede afectar otras zonas distintas de las articulaciones.

Algunos síntomas de la espondilitis aquilosante

  • Uveitis: inflamación del ojo, que aparece de forma brusca y que provoca que el ojo se enrojezca, además de visión borrosa.
  • Afectación pulmonar: como consecuencia de la enfermedad, la elasticidad del tórax se puede reducir y provocar problemas en la función pulmonar. Suele ocurrir en fases muy avanzadas.
  • Osteoporosis: pérdida de masa ósea.
  • Enfermedades inflamatorias intestinales, que provocan diarrea, cólicos, anemia y otros síntomas.
  • Artritis de cadera: es el síntoma más frecuente y grave de la EA. Su tratamiento requiere de cirugía para la colocación de una prótesis que sustituya la cadera dañada.

Cabe destacar que los síntomas de la Espondilitis Anquilosante no afectan por igual en todos los casos ni con la misma intensidad. Sobre todo tenga en cuenta una cosa, consultar con su médico para  cualquier duda.

Espondilitis Anquilosante Tratamiento

A día de hoy el tratamiento de la espondilitis anquilosante es determinante para detener el desarollo de la enfermedad y mejorar la vida del paciente. La gimnasia, fisioterapia y ahora la quiropráctica, ayudan a conservar la movilidad y evitar la deformación de la columna del paciente.

Especialmente recomendables son los ejercicios de extensión y poco impacto sobre articulaciones, como Yoga o Pilates.

Sustancias como la sulfasalazina o sulfapiridina, reducen la inflamación en las articulaciones, por lo que se incluyen en muchos tratamientos.  A partir del año 2003 empiezan a utilizarse los llamados medicamentos biológicos,  dando muy buenos resultados.

Aparte varios estudios que demuestran que Adalimumab, en algunos casos reduce los signos y síntomas, consiguiendo una mejora en la vida de los pacientes con Espondilitis Anquilosante Activa.

Estos medicamentos son a día de hoy, muy costosos, pero se han obtenido muy buenos resultados. Sin embargo, a largo plazo no existen estudios que garanticen su utilización segura.

Antes de la utilización de los tratamientos biológicos, se utilizaban los antiinflamatorios no esteroideos  para reducir los dolores y controlar los procesos inflamatorios.

Sólo en los casos muy avanzados podría darse una solución quirúrgica. Una aparatosa operación dónde las vértebras afectadas son fracturadas y vueltas a sujetar en la posición correcta con placas metálicas. Cabe destacar que esta operación es complicada y de alto riesgo, aunque pueda mejorar  la calidad de vida del paciente.